¿Piensas que seguir los números en la báscula te motiva? Piensa otra vez. “Los comentarios externos, como centrarse en los kilos perdidos o en cómo te queda la ropa, no son sostenibles para la mayoría de las personas”, dice Michelle.
Segar, Ph.D., psicóloga y autora de Sin sudar. “Es posible que vea resultados un día o una semana, pero cuando no los vea, no querrá hacer ejercicio”. Segar, una investigadora de la Universidad de Michigan que ha pasado su carrera estudiando la motivación y el cambio de comportamiento, ha identificado soluciones respaldadas por la ciencia que funcionan.
Piense en el ejercicio como su arma secreta. Tienes que darle una importancia extra a la actividad física si vas a hacer tiempo para ello. Una forma de hacerlo: "Véalo como un escape de su día que le brinda energía y bienestar", dice Segar. “En estudios que he realizado, las mujeres que hacen esto hacen que el ejercicio sea una práctica regular, mientras que las que no lo hacen terminan saltándoselo”. Encontrar una actividad que le encante y combinarla con otras cosas que lo hagan sentir bien, como correr por su parque favorito o escuchar un podcast divertido mientras hace ejercicio, puede hacer que la disfrute aún más, lo que aumenta las probabilidades de que hazlo de nuevo mañana.
Sea decidido. Es tentador revisar varias áreas de su vida a la vez, por ejemplo, comenzar un nuevo entrenamiento la misma semana que eliminó el azúcar de su dieta. Pero eso te prepara para el fracaso. “No tenemos la capacidad cognitiva para cambiar muchas cosas al mismo tiempo y mantener lo que hemos cambiado”, dice Segar. Si es nuevo en el ejercicio, tómese unos meses para mantenerse constante y luego siga adelante con otras metas.
Deshazte de la mentalidad de guerrero de fin de semana. Es mejor hacer ejercicio durante 10 minutos cuatro veces a la semana que ir al gimnasio solo una hora y solo los sábados. “La investigación muestra claramente que las personas que se apegan al ejercicio de por vida son las que lo convierten en un elemento básico de su semana”, dice Segar. “La consistencia es lo que te ayuda a mantenerte firme durante los flujos y reflujos de la vida. Cuando el ejercicio es parte de tu día, al igual que ducharte o dormir, las barreras como el mal tiempo, los problemas laborales, los niños e incluso el mal humor no te impiden hacer al menos un poco de actividad”, dice Segar.
Deja de decir que sí todo el tiempo. La vida es agitada; las personas y los eventos secuestrarán involuntariamente tus objetivos si los dejas, dice Segar. No tienes que decir automáticamente que no cuando alguien te pide que hagas algo que interfiere con tu entrenamiento. Pero haga una pausa antes de responder y pregúntese: ¿Es esta solicitud lo suficientemente importante como para triunfar sobre mi sensación de bienestar y el combustible para el resto de mi vida? Como dice Segar, "no querrás que tu opción predeterminada sea afirmativa si es a expensas de tu bienestar".
Este artículo fue escrito por Camille Noe Pagan y fue publicado originalmente en www.RealSimple.com.
