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Guía del fisioterapeuta para la osteoartritis

“Artritis” es un término usado para describir la inflamación de las articulaciones. La osteoartritis (OA) es la forma más común de artritis y generalmente es causada por el deterioro de una articulación. Por lo general, las articulaciones que soportan peso se ven afectadas, siendo la rodilla y la cadera las más comunes.

Se estima que 27 millones de estadounidenses tienen algún tipo de OA. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, 1 de cada 2 personas en los Estados Unidos puede desarrollar OA de rodilla a los 85 años, y 1 de cada 4 puede desarrollar OA de cadera en su vida. Hasta los 50 años, hombres y mujeres se ven igualmente afectados por la OA; después de los 50 años, las mujeres se ven más afectadas que los hombres. A lo largo de su vida, 21% de adultos con sobrepeso y 31% de adultos obesos son diagnosticados con artritis.

La OA afecta la actividad diaria y es la causa más común de discapacidad en la población adulta de EE. UU. Aunque la OA no siempre requiere cirugía, como un reemplazo articular, se ha estimado que el uso del reemplazo articular total en los Estados Unidos aumentará 174% para caderas y 673% para rodillas para 2030.

Los fisioterapeutas pueden ayudar a los pacientes a comprender la OA y sus complicaciones, y brindar tratamientos para disminuir el dolor y mejorar el movimiento. Además, los fisioterapeutas pueden proporcionar información sobre opciones de estilo de vida saludables y educación sobre la obesidad. Esto es importante porque algunas investigaciones muestran que la pérdida de peso puede reducir la posibilidad de contraer OA. Un estudio mostró que una pérdida de peso de 11 libras redujo el riesgo de OA en las mujeres.

¿Qué es la osteoartritis?

Sus huesos están conectados en articulaciones como la cadera y la rodilla. Una sustancia gomosa llamada cartílago recubre los huesos en estas articulaciones y ayuda a reducir la fricción cuando te mueves. Una sustancia aceitosa protectora llamada líquido sinovial también se encuentra dentro de la articulación, lo que ayuda a facilitar el movimiento. Cuando estas cubiertas protectoras se rompen, los huesos comienzan a rozarse durante el movimiento. Esto puede causar dolor, y el proceso en sí mismo puede provocar más daño en el cartílago restante y en los huesos mismos.

Se desconoce la causa de la OA. La investigación actual apunta al envejecimiento como la causa principal. Los factores que pueden aumentar su riesgo de OA incluyen:

  • Edad. Envejecer aumenta el riesgo de desarrollar OA debido a la cantidad de tiempo que ha usado sus articulaciones.
  • Genética. Las investigaciones indican que el cuerpo de algunas personas tiene dificultad para formar cartílago. Las personas pueden transmitir este problema a sus hijos.
  • Lesión Pasada. Las personas con lesiones previas en una articulación específica, especialmente una articulación que soporta peso (como la cadera o la rodilla), tienen un mayor riesgo de desarrollar OA.
  • Ocupación. Los trabajos que requieren ponerse en cuclillas, agacharse y torcerse repetitivamente son factores de riesgo para la OA. Las personas que realizan trabajos que requieren arrodillarse durante mucho tiempo (mineros, especialistas en pisos) tienen un alto riesgo de desarrollar OA.
  • Deportes. Los atletas que usan repetidamente una articulación específica de manera extrema (lanzadores, linieros de fútbol, bailarines de ballet) pueden aumentar su riesgo de desarrollar OA más adelante en la vida.
  • Obesidad. El sobrepeso provoca un mayor estrés en las articulaciones que soportan peso (como las rodillas), lo que aumenta el riesgo de desarrollar artrosis.
¿Cómo se siente?

Por lo general, la OA causa dolor y rigidez en la articulación. Los síntomas comunes incluyen:

  • Rigidez en la articulación, especialmente por la mañana, que se alivia en menos de 30 minutos
  • Rigidez en la articulación después de estar sentado o acostado por largos períodos
  • Dolor durante la actividad que se alivia con el descanso
  • Crujidos, crujidos, crujidos u otros tipos de ruido articular
  • Dolor al presionar la articulación
  • Aumento del crecimiento óseo alrededor de la articulación que puede sentir

Precaución: La hinchazón y el calor alrededor de la articulación generalmente no se observan con OA y pueden indicar una afección diferente o signos de inflamación. Consulte con su médico si tiene hinchazón, enrojecimiento y calor en la articulación.

¿Cómo se diagnostica?

Su médico generalmente diagnostica la osteoartritis mediante una radiografía, pero hay signos que pueden hacer que su fisioterapeuta sospeche que tiene OA. La rigidez de las articulaciones, la dificultad para moverse, el crujido o agrietamiento de las articulaciones y el dolor que se alivia con el descanso son síntomas típicos.

¿Cómo puede ayudar un fisioterapeuta?

Su fisioterapeuta puede tratar eficazmente la OA. Según la gravedad de la OA, la fisioterapia puede ayudarlo a evitar la cirugía. Aunque los síntomas y la progresión de la OA son diferentes para cada persona, comenzar un programa de ejercicio individualizado y abordar los factores de riesgo puede ayudar a aliviar los síntomas y retardar el avance de la afección. Aquí hay algunas formas en que su fisioterapeuta puede ayudar:

  • Su terapeuta le hará un examen completo para determinar sus síntomas y qué actividades son difíciles para usted. Él o ella diseñará un programa de ejercicios para abordar esas actividades y mejorar su movimiento.
  • Su terapeuta puede usar terapia manual (práctica) para mejorar el movimiento de la articulación afectada.
  • Su fisioterapeuta puede ofrecer sugerencias para ajustar su área de trabajo para disminuir la tensión en sus articulaciones.
  • Su fisioterapeuta puede enseñarle un programa de ejercicios aeróbicos para mejorar su movimiento y su salud en general, y ofrecerle instrucciones para continuar con el programa en casa.
  • Si tiene sobrepeso, su fisioterapeuta puede enseñarle un programa de ejercicios para perder peso de manera segura y recomendar cambios simples en el estilo de vida que lo ayudarán a no recuperar el peso.

En los casos de OA grave que no mejoran con la fisioterapia sola, puede ser necesaria una cirugía, como un reemplazo de rodilla o cadera. Su fisioterapeuta lo derivará a un cirujano ortopédico para analizar la posibilidad de una cirugía.

¿Se puede prevenir esta lesión o condición?

La mejor manera de prevenir o retrasar la aparición de la OA es elegir un estilo de vida saludable, evitar la obesidad y hacer ejercicio con regularidad.

Este artículo se publicó originalmente en el sitio web de la Asociación Estadounidense de Terapia Física.  Haga clic aquí para verlo.

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